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jueves, 9 de julio de 2015

GARECA; EN EL MOMENTO JUSTO?



`El fútbol es así: a veces uno cae en el momento justo y otras, no´

Lo dijo Ricardo Gareca, a Diego Borinsky de El Gráfico en noviembre del 2009. Esta otra también me gustó... `soy campeón y no sé si llego a fin de año´.

Para quienes no conocen o sabíamos poco del Flaco, sobre su pensamiento, su sentir el fútbol y filosofía de vida, aquí una buena fuente de información (link). 

`Yo lo miraba a Oscar (Ruggeri), el me miraba a mí y no entendíamos nada. Imagínate el contraste del azul y amarillo al blanco y rojo. Nos van a matar !´. Refería Gareca respecto a uno de esos trances de aprendizaje en el fútbol. De Boca a River. Esos mismos colores han ubicado al hoy DT de nuestra selección frente a un reto mayor: las ilusiones de todo un país. Pero en este caso el trance podría esperarlo en el camino. 

Gareca ha convivido con la presión de toda una vida dedicada al fútbol. Su breve paso por River, entre otras vivencias, le sirvió y mucho. Curtido por ese complejo mundo hoy es un profesional del aplomo y la prudencia. Cada conferencia de prensa, cada entrevista durante la última Copa América nos ha revelado a una persona que transmite confianza, serenidad y fe, pero también realismo. Y lo mejor, lo más importante, es que parece transferir todo ello a los jugadores que ahora dirige. 

También cuenta el Flaco que alguna vez fue un arrojado arquero en su equipo de barrio, incluso lo fue a ver gente de San Lorenzo. Pero un día que faltó el 9, a iniciativa de su querido viejo, lo pusieron en ese puesto y no lo movieron más. 

Juan Carlos Oblitas parece haber dado con ese "nueve" que hace rato buscaba nuestro fútbol, con el objetivo específico de ir a un Mundial. Ricardo Gareca ha sido contratado por la FPF para las eliminatorias del 2018. No! para reestructurar, reorganizar ni renacer al fútbol peruano. Su objetivo es clasificar a Rusia y para eso está trabajando. Después de lo exhibido en Chile, hoy lo sostenemos todos. Ojalá tengamos la tranquilidad y madurez de seguirlo haciendo en los momentos difíciles que sin duda tendrá la eliminatoria. A propósito, podríamos aprovechar en ir desterrando la ridícula cábala lingüística de llamarla clasificatoria.  

En ese camino habrá efectos colaterales ineludibles; buenos y malos, el proceso recién inicia. Por ahora están los mensajes que Ricardo Gareca nos ha hecho llegar: él confía más en nosotros que nosotros mismos. Ha evadido a la prensa después de la Copa, presintiendo quizá que podría alimentar el fácil triunfalismo en el que caemos con frecuencia. Consciente o no, ha evitado alguna oportunista invitación de nuestras autoridades acostumbradas a subirse a todo lo que pueda sumar popularidad. Felizmente todo ha quedado reducido a los habituales y cursis reportajes televisivos, y algunos entusiastas analistas de mala memoria y poca prudencia. 

El hincha está entusiasmado por lo que propone, fútbol de toque y al ras del piso, tan ligado a nuestros momentos más felices. Está trabajando en el cambio dinámico de ataque y defensa, dividir poco la pelota y ser solidario en la táctica. Indirectamente, ha elevado la autoestima del jugador de la liga local, el trabajo del psicólogo Marcelo Márquez ha tenido, sin duda, relevancia. El grupo podría dar fe de ello, y de paso, generar la motivación que todo joven jugador necesita para descargar la pesada mochila de nuestra historia reciente e ilusionarse con una oportunidad. El Flaco sabe que hay mucho por hacer, pero cree, está convencido, y se enfoca en endosar esa convicción a los jugadores. El resto no lo puede manejar, dijo, lo acepta pero su prioridad es el equipo.

Es precisamente el resto lo que preocupa...